El acuerdo suscrito ayer entre los gobiernos de Estados Unidos y de la Argentina para que los ciudadanos de nuestro país puedan ingresar sin visa a la nación norteamericana no comenzará a regir en el acto. “Es muy difícil que sea menos de un año”, admitió Kristi Noem, secretaria del Departamento de Seguridad de la gestión de Donald Trump, quien firmó el acuerdo. Explicó que se trata del tiempo que llevaría concretar el plan y flexibilizar los ingresos. El plazo no resulta algo menor, debido a que a mediados del año que viene, EEUU será la sede principal del Mundial de fútbol y recibirá un aluvión de turistas extranjeros; entre ellos, seguramente muchos argentinos.

De hecho, pese a las expectativas que había despertado el posible ingreso de Argentina al Visa Waiver Program, la encargada de gestión de visas de Aticana (la Asociación de Intercambio Cultural Argentino Norteamericano), Natalia Carrera, confirmó ayer en LG Play que el cambio no será inmediato. En una primera etapa, se implementaría un sistema para que los viajeros realicen los trámites migratorios y aduaneros en aeropuertos argentinos previo a su partida.

“Lo mismo se deberá llenar un formulario y cumplir un trámite arancelado, y se otorgará una habilitación por dos años para viajar por hasta 90 días cada vez”, explicó. En América latina, este mecanismo sólo está vigente para Chile. También rige el beneficio para quienes tienen doble nacionalidad de un segundo país -aparte de la Argentina- que tenga el privilegio, como italianos o españoles. “El Gobierno argentino deberá pasar por distintas instancias, como cuestiones de seguridad y el chequeo de quiénes son ciudadanos. Hay temas políticos y económicos que serán tenidos en cuenta. Mientras tanto, tenemos que seguir haciendo la visa B1/B2 de turismo y negocios, que hacen todos los tucumanos que quieran viajar a EEUU”, resaltó.

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Trámites

En Aticana se tramitan entre 90 y 100 visas por semana por primera vez o por renovación, y hay gran cantidad de consultas. “Muchos tucumanos se interesaron, sobre todo por el Mundial de fútbol del año que viene. Pero tenerla no aseguró nunca poder ingresar a EEUU. Cuando se llega al destino, en Migraciones se pasa siempre al trámite definitivo, y se responde a las preguntas para determinar los motivos del viaje, como de qué trabaja y qué hace, hay que demostrar para qué se va y que en el país de origen tiene una vida estable y que el objetivo es turístico. Son raros los casos en que no se deja entrar, no suele ocurrir”, aclaró.

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Aconsejó a los estudiantes universitarios que gestionen la visa junto a sus familias. “No es lo mismo presentarse con los padres que solos; la constancia de alumno regular o un certificado analítico y demostrar que tiene ingresos para poder solventar el viaje y una actividad que lo ata a volver al país”, explicó.

Para comenzar los trámites aún exigidos, hay que contar con el pasaporte nacional vigente; con el formulario inicial hecho, abonar el arancel de la Embajada de EEUU de U$S 185 (se puede pagar con tarjeta de crédito o por cajas habilitadas), y luego se puede pedir el turno para la entrevista presencial en Buenos Aires. “Ahí, el oficial consular decide otorgar o no la visa”, dijo.

Con la incorporación de la llamada “tasa de integridad”, el costo total ascenderá a U$S435. Según informó el Departamento de Estado, el aumento regirá una vez que se formalice su implementación a través del Departamento de Seguridad Nacional (DHS). Por el momento, no se confirmó la fecha exacta de entrada en vigencia, pero se espera que ocurra dentro del primer semestre de 2025.